ARCHIVOS. Publicada: 23 de marzo 2016. Republicada: 1 de octubre 2023
ESTOCOLMO: En el marco del encuentro por el Día Internacional de la Mujer, que tuvo lugar en Kafé Marx el pasado viernes 11 de marzo, Magazín Latino conversó con el Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Suecia, el Sr. Milton Soto Santiesteban.
Estas fueron las respuestas a nuestras preguntas relacionadas con el tema de la situación de la mujer en Bolivia, y en el mundo en general.
Por: Marisol Aliaga
¿Qué cambios han ocurrido en Bolivia respecto a la equidad de género?
– Este último tiempo, muchos. Constitucionalmente el poder está dividido en dos, hay paridad. La meta del 2030, de 50 por ciento hombres y 50 por ciento mujeres, que es parte de los objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, ya está cumplida en la Constitución boliviana. Al empezar el último periodo de gobierno, el presidente Evo Morales nombró a 50% hombres y 50% mujeres en su gabinete. También hay amplia presencia de mujeres en la Asamblea Legislativa Plurinacional, hay un marco legal que protege ello. Pero de todas maneras tenemos el serio problema del machismo cultural. Las mujeres representantes de partido, que son gobernadoras, asambleístas, concejalas, sobre todo a nivel municipal sufren de un acoso político para obligarlas a renunciar. Y al hacerlo, su cargo pasa a ser ocupado por un varón, ya que tenemos un sistema de alternancia. Aún tenemos una cultura política machista muy violenta. Fuera de eso tenemos serios problemas de violencia de género, femicidios, hay una agenda pendiente y urgente.
¿En qué año adquirieron el derecho a voto las mujeres en Bolivia?
– El año 1953 se universaliza el voto. Antes de la revolución del 52 existía el llamado «voto calificado» lo que significaba que votaban en la práctica los varones de clase media, urbanos, dueños de propiedades y alfabetos. Después de la revolución, votan los campesinos, y las mujeres.
¿Qué leyes rigen en Bolivia respecto al tema del aborto?
– El aborto es permitido en tres casos: cuando el embarazo es producto de violación o estupro, cuando existe riesgo de salud de la madre, y por malformación del feto. Según la ley. No obstante, los galenos hacen uso de una figura que se llama objeción de conciencia para dejar pasar el tiempo. Entonces, a pesar de que muchas veces los jueces han dado el permiso para un aborto terapéutico, los galenos, generalmente católicos recalcitrantes, dejan que pase tiempo, para impedir el aborto. Hay casos espantosos de niñas con discapacidad mental violadas por sus padrastros que no pueden abortar, por ejemplo. Entonces, como decimos en Sudamérica, «hecha la Ley, hecha la trampa». Ahora estamos tramitando una ley más directa y reglamentada sobre estos casos, que se especifique claramente en el Código Penal. Pero es una batalla difícil, por la influencia de la iglesia católica.
Respecto al 8 de marzo:
Muchos hombres dicen ser feministas, sin embargo, es solamente un discurso. ¿Cómo se reconoce a un verdadero feminista?
– Es difícil encontrar a un verdadero feminista. Pero se le puede reconocer en la medida en que él respete a su pareja, que respete a sus hijas, que respete a las mujeres y que promueva la igualdad. Y que sea capaz de desafiar el poder que tenemos los hombres. Porque el fondo de todo esto es el patriarcado, el arrebato absoluto del poder de los hombres sobre las mujeres. Como estructura, como cultura, el patriarcado es muy poderoso, y destruirlo es una meta fundamental para conseguir la democratización de la sociedad. La estructura patriarcal se ve tanto en las estructuras legales, jurídicas, como en la cultura. Por ende, es muy difícil encontrar hombres verdaderamente feministas. Yo diría que hay aliados, y deberíamos ser modestos y hacer nuestra parte, ya que la igualdad es una tarea de todos y de todas.
¿Qué se puede hacer para que el hombre se incorpore a la lucha feminista?
– Como el asunto de equidad de género es cultural, debemos trabajar desde la infancia, desde el jardín infantil. Trabajar en una nueva cultura, que demuestre que la igualdad de género es una tarea de todos, que todos tienen que hacer su parte, que no es una opción. Eso lo debemos internalizar, de lo contrario se va a convertir en un asunto ajeno. Porque la tarea de la equidad de género no solo de las mujeres, es de ambos. Debemos liberarnos de las estructuras mentales y culturales misóginas y sexistas, que desprecian el valor de las mujeres. Es muy importante construir una nueva masculinidad, una masculinidad que comprenda profundamente la igualdad y la dignidad de las mujeres respecto a los hombres, y que renuncie conscientemente a acumular poder. Y que renuncie conscientemente a su violencia, porque hay dos cosas que hace el ser humano masculino – gracias a su constitución física – administra la violencia, tanto con sus pares como contra las mujeres. Con sus pares, trata de ser el Alfa del grupo y demostrar superioridad. Es preciso desestructurar eso y estructurar una masculinidad nueva, equilibrada, justa y respetuosa.
En el caso de la violencia de género, ¿qué defiende el maltratador?
– Su dominio. Tenemos que lograr que el hombre renuncie conscientemente al uso de la violencia en todos los casos. Nosotros, los hombres, debemos reinventarnos, debemos redescubrir nuestro lado femenino, que ha sido bloqueadopor nuestra cultura. Pero, como la equidad es una concesión cultural, es posible reconstruirla. Desde abajo, desde el principio, desde la escuela y el hogar.
En Suecia se ha debatido durante un largo tiempo el derecho parental obligatorio para los padres, esto es algo que la derecha no quiere, y el tema se ha demostrado ser complicado, ¿qué piensa Ud. al respecto?
– Es un poco complicado porque depende de qué tipo de sociedad se quiera construir. El de la Socialdemocracia, es un horizonte más equitativo que el horizonte liberal. Los liberales quieren dejar en el individuo todas las decisiones. Pero, existe un Estado que controla el desequilibrio ocasionado por la desigualdad en la adquisición de las riquezas a nivel individual. Entonces, el Estado toma la decisión, en nombre de la mayoría, para dirigirla hacia el tipo de sociedad que postula. En este caso la Socialdemocracia es más equilibrada que la sociedad que postula el liberalismo, que defiende la ley del más fuerte, la ley de la selva.
– Nos venden la idea de que «es más democrático», pero es una gran mentira.