Publicado: 10-06-2020. Actualizado: 11-06-2020
Las expectativas ante la histórica conferencia de prensa de la Fiscalía sueca este martes por la mañana eran inmensas. El fiscal Krister Petersson había prometido presentar una nueva pesquisa y se rumoreaba que había aparecido el arma que apagó la vida del premier sueco, hace 34 años atrás.
Sin presentar pruebas, Petersson apuntó a Stig Engström como principal sospechoso. “Como la persona está muerta, no puedo enjuiciarla”, sentenció, y puso punto final a la investigación más larga de la historia en Suecia.
Por Marisol Aliaga
Un verdadero anticlímax se vivió este martes en Suecia.
A las 9:30 de la mañana, millones de suecos ansiosos de saber – por fin – quien asesinó a Olof Palme se sentaron frente al televisor para ver la conferencia de prensa de la Fiscalía general. En tiempos de corona, la conferencia de prensa fue transmitida online, y todos quienes quisieron pudieron seguirla.
Pero la desilusión fue grande. Porque el fiscal no presentó ni el arma, ni el motivo, ni las pruebas forenses que demostraran la culpabilidad del hombre, ya fallecido, que señaló como principal sospechoso.
Se trata del publicista Stig Engström, de 52 años, apodado el “hombre de Skandia”, que durante todos estos años ha figurado como uno de los posibles sospechosos - alternativa, testigo - pero a quien los investigadores descartaron desde un primer momento, por la falta de coherencia en sus declaraciones.
Sin embargo, el fiscal que ha llevado la cabo la investigación sobre el magnicidio de Palme desde 2017, Krister Petersson, lamentó que el primer jefe de investigación, Hans Holmér, hubiera hecho desaparecer a Stig Engström de las pesquisas, en un principio.
- En un memorando de febrero de 1987 se calificó a Engström "ad acta" a la investigación, y lo dejaron fuera, dijo Petersson.
Pero los detectives que han seguido la investigación estos últimos años decidieron volver a la pista del “hombre de Skandia”, y este martes lo presentaron como principal sospechoso, a 34 años del magnicidio.
- No podemos hacerle el quite a un presunto autor, y esta persona es Stig Engström, denominado por la prensa como el “hombre de Skandia”, dijo el fiscal, y agregó: pero debido a que esta persona está muerta, no podemos presentar cargos contra él.
En una rueda de prensa de más de una hora, el fiscal, Krister Petersson, y el jefe a cargo de la indagación, Hans Melander, dieron a conocer los detalles que habían llevado a tal conclusión. Poco después las redes estallaban en críticas.
Porque la fiscalía no presentó nada nuevo, a pesar de la enorme expectación. El fiscal y el jefe de policía se limitaron a constatar que había transcurrido demasiado tiempo y que era lamentable que se hubieran cometido tantos fallos en un primer momento.
Dos balas fueron encontradas en el lugar de los hechos, sin embargo, estas no han aportado nada a la investigacion. No se ha logrado vincular a ningún arma a las balas, ni tampoco a ninguna arma de fuego con algún sospechoso.
El arma que mató a Olof Palme aún se encuentra desaparecida.
Y la decisión del fiscal, de archivar la investigación despierta aún más dudas, en lugar de acallarlas.
Porque las tres razones a las cuales el fiscal apuntó, que indicarían que Engström es el presunto autor del magnicidio son vagas: problemas con el alcohol, algo no bastante común para la mayoría de los países europeos. Odiaba a Palme, la mitad de la población sueca odiaba a Palme. Problemas económicos, nada inusual ni entonces, ni ahora.

Una foto de archivo de la policía. Stig Engström.
¿Quien era el “hombre de Skandia”?
Este es un singular personaje que desde el principio circuló en torno al asesinato. Según él, había escuchado los disparos, al salir de su lugar de trabajo, Skandia, en la calle Sveavägen, donde fue abatido Olof Palme. Lo extraño de su caso es que ningún testigo lo recuerda en el lugar del crimen. Sin embargo, dos personas recordaron haber visto a una persona con la apariencia física de Engström. Yvonne N vio a un hombre vestido como él en la calle David Bagare, a la que se llega al subir las escaleras ubicadas al final de la calle Tunnelgatan. La testigo se fijó más que nada en la cartera que pendía de su mano y que venía jadeando, luego de haber subido corriendo las empinadas escaleras. Otro testigo, Lars J, al parecer vio a la misma persona, pero abajo, en la calle Tunnelgatan.
Pero en el lugar del crimen pasó inadvertido a todos. Nadie recuerda haberlo visto allí.
A lo largo de todos estos años se ha dado por sentado de que el asesino de Palme huyó subiendo las escaleras al final de Tunnelgatan, sin embargo, el escritor y periodista Lars Borgnäs, afirma en un libro publicado este año que es muy probable que quien subió las escaleras fue Engström, en tanto que el asesino huyó hacia el norte, por una calle paralela a Sveavägen, Luntmakargatan.
Vale decir, en tanto que la atención de los testigos estaba centrada en Engström, quien corría velozmente alejándose del lugar del crimen, el asesino desaparecía tranquilamente del lugar. Pero esta suposición no ha sido examinada por la fiscalía.
Durante la rueda de prensa del martes, Lars Borgnäs le preguntó al fiscal Petersson qué explicación daba a que Engström no concuerda para nada con la descripción que Lisbeth Palme hizo del hombre que ella vio dispararle a su marido. La viuda de Palme y testigos oculares describen a un hombre atlético, de unos 40 años. El fiscal no respondió. Vale la pena recordar que Christer Pettersson fue condenado por el asesinato, en 1989, pero después absuelto el mismo año.
Engström se desempeñaba como publicista en la empresa Skandia, ubicada en Sveavägen. El 28 de febrero de 1986, marcó la tarjeta de salida a las 23:19 horas. Había trabajado hasta tarde puesto que se iría de vacaciones de esquí la semana siguiente, junto a su esposa. Le urgía tomar el ultimo metro a su casa, y se dirigía a la estación más cercana cuando de pronto, según declaró más tarde, escuchó dos disparos.
Según él, casi choca con el cuerpo de un hombre que yacía en la vereda. Ve a un hombre que huye, y también se aleja del lugar corriendo raudamente, subiendo las escaleras al final de la calle.
En otras declaraciones ha dicho que trató de calmar a la viuda de Palme, intercambiando con ella unas palabras.
El hecho - y lo extraño - es que, según sus aseveraciones, después de haberse dado a la fuga del lugar, volvió a su trabajo y al lugar del crimen.
Stig Engström marcó su tarjeta de salida a las 23:19 horas. El crimen se cometió a las 23:21:30 horas. Vale decir, dos minutos después.
O bien estaba coordinado con otras personas, que sabían que la pareja Palme se iba a encontrar afuera de su trabajo a esa hora exacta, ¿o fue un capricho del destino que lo llevó a estar en el lugar y en momento preciso, para cometer el magnicidio con solo un par de minutos de antelación?
Stig Engström tenía simpatías con el partido conservador, había practicado el tiro libre y tenía un amigo que le habría podido prestar un arna de fuego. ¿Sin embargo, son estas pruebas suficientes en su contra?
Porque lo más curioso de este presunto asesino es que hizo lo imposible para que los agentes lo interrogaran, algo que no le resultó muy bien, ya que cambiaba sus versiones de los hechos. Cuando los medios tampoco le prestaron mucha atención, realizó su propio reportaje sobre los hechos, y el canal de televisión estatal, SVT, transmitió el video, en el programa Rapport de abril de 1986. En este ilustra, con lujo de detalles, su carrera desde el cruce Sveavägen- Tunnelgatan, hacia la explanada de Brunkebergssåsen.

El periodista que lo entrevistó recordó en el noticiario del martes a Stig Engström. Rapport, de abril de 1986 (en el minuto 14:00 del enlace)
- Sobreactuó bastante, pero entonces me pareció sincero, dijo.
Stig Engström, después de 34 años de lo sucedido, es declarado único sospechoso del magnicidio de Olof Palme.
Sin embargo, la decisión del fiscal, de culpar del asesinato a un hombre fallecido despertó críticas. El abogado Johan Eriksson afirmó que los familiares de Engström podrían querellarse por calumnia a un difunto.
El criminólogo Leif G W Persson (que nunca falla) concordó con Eriksson y expresó que la presentación del fiscal no era “ninguna solución al asesinato de Palme”, y que fue “una decepción muy grande”.
En un libro publicado en 2018, el periodista y escritor Thomas Petterson presentó prácticamente la misma teoría sobre el presunto autor del asesinato de Palme, en su libro “Den osannolika mördaren” (El impensable asesino). Los puntos de convergencia saltan a la vista, si embargo, el fiscal Krister Petersson se desligó de ello, al ser preguntado sobre el asunto.
- Si uno se dedica a investigar el lugar del crimen, como lo hizo el fiscal, uno va a parar allí. Y ellos lo califican como suficiente para señalar a un presunto sospechoso, dijo en entrevista con Aktuellt este martes el autor del libro.
Sin embargo, otros no concuerdan con esta versión de los hechos, que, por lo demás, en entrevista con Svenska Dagbladet, Hans Melander calificó como “teorías”, a diferencia del fiscal.
Tres conocedores del tema se pronunciaron en el noticiero de Aktuellt, la tarde del martes:
- Las especulaciones van a seguir, ahora más que antes. Hoy se presentaron más preguntas que respuestas. Yo quedé perpleja, puesto que han creado expectativas durante medio año por algo tan estúpido, poco interesante y falto de sentido, dijo la escritora sueca e fama internacional, Lena Andersson.
El autor del libro “Olof Palmes sista steg” (Los últimos pasos de Olof Palme) concordó en la crítica.
- Esta es una pregunta muy importante no solo para Suecia, sino también para nuestra democracia. Que podamos poner punto final de manera digna a este asesinato. Y eso no lo tuvimos hoy. ¿Por qué nos quieren dirigir hacia esto, que no es nada? Hay cosas que no se han investigado, yo mismo he señalado a la policía sueca, dijo el periodista y escritor Lars Borgnäs.
Jan Stocklassa, autor del libro “Stieg Larsson. El legado”, está convencido que el asesinato tiene vínculos con Sudáfrica:
- No han llegado a ninguna parte. El asesinato de Palme es demasiado grande para Suecia y demasiado grande para la policía sueca, dijo al noticiero Aktuellt.

El jefe de investigación, Hans Melander y el fiscal Krister Petersson, durante la rueda de prensa digital del martes por la mañana. Foto. SVT.se.
