22 de junio de 2016 | DEPORTES|
NIZA: Este miércoles por la tarde, Suecia quedó eliminada de la Eurocopa 2016, al ser derrotada por Bélgica con un 1 - 0.
Antes del fatídico partido, que significaba la despedida de Zlatan Ibrahimovic de la selección nacional, el comentarista deportivo de Afonbladet, Simon Bank, pensaba que aún podía ocurrir un milagro.
La realidad fue otra. Aquí, la crónica de Simon Bank.
Fuente: Aftonbladet. 22-06-2016.Traducción: Magazín Latino
NIZA: Decir adiós duele, pero así son las cosas.
Ahí están Isak y Kim, Zlatan y Hamrén. Allí espera Bélgica, y antes de que la puerta se cierre podrían articular mejor, para escuchar lo dicen.
¿Fue adiós?
¿O "nos vemos"?
La pregunta surgió en neozelandés, la respuesta en inglés, y si se perdió algún matiz en las vueltas idiomáticas, fue lo que sucedió.
Este es el último torneo de Zlatan Ibrahimovic como capitán de la selección nacional sueca, esta puede ser su última jornada como capitán del equipo. Habló de los hinchas, de orgullo, de que nunca será capaz de sentir alguna desilusión – y después de eso dependió de todos nosotros el intentar acomodarnos a una existencia con una nueva selección nacional.
Periodistas de medio mundo llegaron con cámaras y micrófonos y preguntaron:
- ¿Qué ha significado él para usted?
Y qué se responde a eso.
A principios de la década de los 70, Nixon estuvo en China, y en algún momento de la visita de Estado a Zhou Enlai, el hombre más cercano a Mao, le hicieron la pregunta sobre lo que la revolución francesa – a 200 años de distancia – había significado realmente para el mundo.
Zhou reflexionó por un momento, luego respondió brevemente:
- Es demasiado pronto para responder.
Más tarde se supo que tal vez él podría haber entendido mal la traducción de la pregunta, pero es difícil pensar una mejor respuesta.
Lo que Zlatan ha significado para la selección nacional sueca, lo podemos resumir en un descanso para almorzar, basta con apilar los goles y los partidos, contrapesarlo con la influencia que a veces parecía desbordarse, hablar un rato sobre cómo él llevó a Suecia hacia el mundo y como trajo el mundo a Suecia.
¿Qué dio él a Suecia como país? ¿Qué han significado las puertas abiertas, la vuelta del colectivismo al individualismo, la fantasía y el reto a la imagen propia sueca?
Es demasiado pronto para responder.
Abandona con una pesada resaca
Fue en Niza, él dijo que pronto esto termina, en la Bella Nissa con alpes verdes que se inclinan sobre todo el azul y donde el edificio nuevo Allianz Riviera parece estar tirado como un platillo en medio de la nada. Para mí es el hogar, para Zlatan Ibrahimovic y Kim Källström y Andreas Isaksson, puede llegar a ser un lugar de tristes finales.
La generación Z se retira. La experiencia de 379 campeonatos se desvanece.
Andreas Isaksson es una segura puerta de cabaña con esquinas blancas, Kim Källström el eterno profesional que logró que al entrenador del Spartak y al jefe de deportes de Grasshopper se les humedeciera la mirada. Zlatan es Zlatan.
Merecen todos los homenajes que pueden obtener, dejarán - para bien o para mal - la seleccion nacional con una hoja blanca de papel en blanco y una pesada resaca.
Pero es como Kaurismäki, uno de ellos, dijo: La resaca no se puede remediar, solo aplazar.
Realmente espero que no se vayan silenciosos a la noche.
En tanto el fútbol es fútbol, existe aun la oportunidad de hacer lo que nadie espera. Diez mil hinchas suecos marchan hacia acá esta noche, ellos van a teñir la costa azul amarilla y lo harán porque la chance aun está, porque esta aventura de la Copa Europea solamente dura noventa minutos, un driblado de Zlatan y un gol de John Guidetti pueden tomar fuego y velocidad.
¿Si lo creo?
No, está claro que no lo hago. Pero tampoco pensé que era una buena idea el dar un taconazo en Porto, el disparar en Budapest o hacer una bicicleta desde los 30 metros en Solna.
Armar un equipo como un mueble de Ikea
Hace 10 años atrás un equipo nacional sueco podía ir a un partido contra un opositor muy superior y de todas maneras saber que tenían la organización. Ahora ya ni siquiera eso sabemos. La época de Erik Hamrén también se acaba, y se ha caracterizado por ideas sinuosas de juego, por vueltas en lugar de una estratégica consumada.
El seguir su formación de equipo ha sido un poco como montar un mueble de Ikea. Se lucha, se maldice, se confía, y justo cuando pensábamos que lo habíamos logrado, nos damos cuenta de que malditamente nos falta una pequeña pieza.
Esta también es la última chance de Hamrén.
Es fácil decir que necesitamos un milagro para vencer esa armada belga de súper estrellas y artistas, pero no son los milagros los que me preocupan. Para eso tenemos a Zlatan Ibrahimovic, si vienen, vienen.
Teñir una nueva ciudad azul y amarillo
Son los otros componentes los que me preocupan.
Suecia debe repetir su organización del partido de Italia, y hacerlo contra una resistencia que es infinitamente más aguda que los italianos. Coloquen a Eden Hazard contra Andreas Granqvist y pierdo la fe, dejen a Kevin De Bruyne darse la vuelta y buscar pases y me doy por vencido.
Pero si la prensa y el apoyo funciona, si Suecia se defiende suavemente y deja a Bélgica enamorarse del balón, así como Belgica de buena gana lo hace, entonces habrán posibilidades de obtener una autopista de contraataque desde el pie izquierdo de Kim Källströms hasta Zlatan Ibrahimovic y Marcus Berg.
Entonces podemos obtener un tiro en el blanco, tal vez incluso un tiro en el blanco y una Bélgica que comienza a pensar en qué hacer con toda su encapsulada superioridad.
Entonces podemos vernos otra vez la próxima semana, teñir una nueva ciudad azul y amarillo y esperar el retiro con una sonrisa.
Nadie creía en Zlatan Ibrahimovic cuando todo comenzó, nadie le cree cuando todo va a terminar. Tuvimos una saga que se extendió por más de quince largos años.
Esta tarde nos vamos al partido y a esperar cinco días más.
Milagros más grandes han ocurrido. Él nos ha dado milagros aún mayores.